La sirenita lloraba y lloraba desconsoladamente tumbada en
su cama mirando su imagen reflejada en un espejo grande próximo. Su príncipe,
al oírla, se apresuró para saber qué pasaba y cuál era la causa que le
provocaba el amargo llanto.
-¿Qué os ocurre, Sirenita?. ¿Qué es lo que os turba tanto
y tan triste os tiene?
-Tengo que hablar con vos muy seriamente, mi príncipe, dijo la
sirenita, asustando con estas palabras al príncipe. Y se puso a llorar
amargamente otra vez.
-Hablad, os lo ruego, me estáis preocupando.
La sirenita, hizo un esfuerzo de contención del llanto y
dijo entrecortadamente: -Es que estoy muy gorda y vieja y ya las escamas de mi
cola han perdido el brillo y el lustre que tan enamorado os tenían.
-¿Cómo que estáis gorda y vuestra cola ha perdido el lustre?
No me parecéis la que describís. Y sigo enamorado de vos.
-Sí, mi príncipe, estoy gorda y no puedo hacer nada para
adelgazar y seguir gustándoos.
-Eso no es cierto, Sirenita, dijo el príncipe.
-No me queráis engañar, mi príncipe, contestó la sirenita
arreciando el llanto. ¿No veis que tengo un espejo delante y puedo ver mi
propia imagen en él?
-¿Espejo?, dijo el príncipe soltando una inmensa carcajada
que desconcertó a la sirenita, ¿ese espejo?. No sé si seréis capaz de
perdonarme, pero ese espejo es el que estoy utilizando en mis estudios y experimentos de
óptica y comportamiento de la luz. ¿No lo comprendéis Sirenita?
-No, mi príncipe, no os comprendo. ¿Qué le pasa al espejo?
-Sirenita, es un espejo que deforma la imagen por lo que el
que a él se asoma, se ve más ancho y más gordo de lo que en realidad es.
La sirenita sonrió.
Ál, si me lo permites, como los ejercicios que pone tu hermana al alumnado, me gustaría cambiar el final.
ResponderEliminarJuan Ignacio, cambia el final del cuento como te parezca mejor. Será divertido el hacerlo y seguro que todos disfrutaremos con el resultado.
ResponderEliminarMira, si el espejo estaba puesto a propósito y efectivamente deforma la imagen, yo de la sirenita mataba al príncipe con el propio espejo.
ResponderEliminarY si en realidad el espejo es un espejo normal y corriente, es decir que la imagen de la sirenita es tal cual la ve, perdona que te diga resumiendo: JA-JA-JA, no me creo ni una palabra del príncipe, no existe ni un solo príncipe que piense así, a no ser que se la está dando con queso a la sirenita.
Bea