viernes, 25 de octubre de 2013

POROMPOMPERO


Hoy ha muerto Manolo Escobar. Todo el mundo lo conoce y todos, alguna vez, hemos cantado o tarareado una de sus canciones, sobre todo si hablamos del “Porompompero” o de “Mi carro” o de “Que viva España”.

Manolo Escobar constituye un recuerdo transversal en mi vida y es un recuerdo alegre que me evoca a mi padre y lo trae a mi mente. A mi padre le encantaba Manolo Escobar y en esa peculiar forma que tenía de escuchar música, que consistía en repetir una y otra vez una canción o una parte de ella en el picú (del inglés pick up), que era como él llamaba a lo que nosotros llamábamos el tocadiscos -aparatos de reproducción musical que probablemente mi hija no sepa ni qué son, salvo que, al estar de nuevo de moda los discos de vinilo, tenga noticias de ellos por comentarios en las secciones de música de revistas o porque los haya visto en los expositores de las tiendas del sector-, hacía que, a base de repetición en la reproducción musical, terminaras haciendo una simbiosis con la canción y te transmitiera el ADN del pentagrama de su partitura. A partir de ese momento la canción ya forma parte de tus vivencias y, por tanto, de ti mismo.

La imagen que evoco de mi padre, es la de él metidísimo en la canción, como un yonki con una canción de Janis Joplin, sentado en una silla frente al picú, con un brazo apoyado en una mesa sobre la que tenía, en absoluto desorden, todos los discos que había escuchado o que quería escuchar total o parcialmente. Si había una canción o una parte de una canción que le entusiasmara, levantaba, con no muy buen pulso, el brazo del tocadiscos y, no sin antes arrastrar la aguja sobre los surcos, lo que provocaba el correspondiente ruido característico de raspado, lo colocaba nuevamente en el inicio de la canción o parte de la canción que quería volver a escuchar.

Pero además de esa postura tan característica, con un cigarrillo entre los dedos, con una parte de ceniza grande todavía adherida al mismo, si de Manolo Escobar hablamos, hay que añadir una sonrisa, sólo sonrisa, de disfrute pleno, en la cara y un pequeño movimiento de la cabeza al compás de la música, como si estuviera haciendo un leve ejercicio de cuello, lo que siempre me recordó al característico movimiento de cabeza que hacía el propio Manolo Escobar al cantar sus canciones.

Manolo Escobar era almeriense, que es la forma más difícil e incomprendida de ser andaluz, y eso es una razón adicional para que me cayera bien. Todos los famosos que son de aquellas tierras pero que ejercen activamente de andaluces, me caen bien, aunque sea sólo por esta razón. Me pasa también, por ejemplo, con David Bisbal.

Almería es andaluza plenamente pero, al mismo tiempo, es la parte de Andalucía que más se aleja del estereotipo de la baja Andalucía, imperante hasta el hartazgo. Ese querer mantener su peculiaridad frente  a la homogeneidad que se pretende, hace que Almería, como conjunto, me caiga tan bien y en mi imaginario sea una especie de icono del no sometimiento y de rebeldía.

No me quiero olvidar, ya que hablamos de Manolo Escobar, de sus dos hermanos tocando la guitarra con cara de circunstancia en sus actuaciones. Esas dos personas siempre me llamaron la atención por el contraste que suponía la diferente fama y prestigio frente a la igualdad que da el ser hermanos. Muchas veces pensé que no sabían tocar la guitarra mejor que yo, pero que su hermano cantante los tenía incorporados al show para justificar la manutención que les facilitaba, aunque esto no es más que imaginación y suposición mía sin ningún tipo de fundamento.

Manolo Escobar, te estoy agradecido. Descansa en paz.

2 comentarios:

  1. Entrañable recuerdo y homenaje a Super Manolo Escobar ( te acuerdas del superman con su cara en el reverso del disco?, auténtico. Esta mañana lo comentaba con Pepe. A mi se me viene especialmente a la cabeza la de "arremangate arremangate niña tu vestio" . Siempre lo tendré en el recuerdo. Almu.

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  2. Me ha hecho mucha gracia que te haya recordado a papá, ya que es verdad, pero, a mí quien me lo recuerda realmente es Carlos Cano porque tuve que ponerle miles de veces la misma canción. Mamá.

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