¿Quién dijo aquello de adiós
verano, adiós? Pues se equivocó totalmente tal como era previsible. Se ve que
eran más las ganas de que se fueran “las calores” que la realidad que
estadísticamente se veía venir.
Cuatro nubes, una ligera bajada
de temperatura y todos quieren ponerse un jersey. Ellas, lo primero que se les
pasa por la cabeza son las botas (ya he visto a alguna con sus botas puestas
caminando junto a una amiga en sandalias)
Aquí, tiempo de playa hasta
mediados de octubre. Lo de bañarse es otra cosa pues no a todos les gusta
meterse en el mar si no es cuando las temperaturas están de primera página de
los periódicos.
Está bien que así sea, porque ir
a la playa a finales de septiembre o a principios de octubre siempre es un
placer aunque sólo sea por el hecho de que están medio vacías y son pocas las
personas que allí están pasando el rato.-
Podemos los blancos de piel que
con toda la protección solar del mundo nos ponemos del color de los camarones
cocidos, salir de debajo de las sombrillas y dejarnos acariciar por el sol sin
miedo a consecuencias dolorosas, despreocupándonos de mantener activo el filtro
solar de forma tan estricta.
Es también buena época para paseo
marítimo y cervecitas y vinos al sol.
Hay que disfrutar estos momentos
para cuando no haya condiciones climatológicas que permitan estos disfrutes.
¿Quién dijo aquello de adiós
verano, adiós?. Ya digo, le pudo más las ganas y el ansia que la persistente y
contundente realidad de cada año. Le ha pasado lo que, a buen seguro, les
pasará a los independentistas catalanes con aquello de “adiós España, adiós”.
Dentro de cinco años seguro que todos ellos se preguntarán que quién fue el que
dijo aquello de “adiós España, adiós”. Cuatre gats, dirán
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