lunes, 23 de septiembre de 2013

"ES LO QUE TIENE"


En la festividad de los Reyes Magos de este año, allá por el mes de enero, mi hermano Antonio me regaló un ciprés. Un ejemplar joven, sembrado en maceta, de unos dos metros de tronco.

Hizo bien en regalármelo porque lo sembré en el paso de entrada a la casa y siempre que lo veo me acuerdo de él, que es siempre que paso y como es punto  obligado tanto para entrar como  para salir de la casa, son muchas las ocasiones. Es algo mecánico, es ver el ciprés y acordarme de mi hermano. Es como si él mismo estuviera ahí y  me dijera hola, buenos días o buenas noches, como si fuera un habitante permanente instalado en el jardín de la casa.

Lo mantuve en su maceta hasta que decidimos el lugar donde definitivamente  se iba a plantar lo que vino a hacerse en el mes de marzo, cuando definitivamente se replanteó el jardín y, con no poco esfuerzo de todo tipo, terminamos por acabarlo de arreglar.

Al principio de haberse sembrado, los vientos de levante y poniente que, ya sabemos, en esta parte soplan con fuerza muchos días, lo tenían sometido a un vaivén que llegué a temer por su existencia, por lo que pedí al jardinero que le pusiese una guía que lo ayudara a combatir los vientos mientras su tronco no tuviera una consistencia de robustez suficiente para mantenerse erguido frente a los eolos gaditanos. La guía, además de la función que le es propia, me ha servido como referencia para observar el crecimiento del árbol.

Cuando lo sembramos pensé que no necesitaría más agua que la que el cielo le diera de manera natural, por lo que no lo sometía a riego ninguno. Un día el jardinero lo vio y me dijo que estaba falto de agua. Le comenté que creía que no había que regarlo y él con esa filosofía de las personas que no dominan bien el lenguaje hablado me dijo: “es lo que tiene”.

“Es lo que tiene” es una expresión que me encanta oírsela al jardinero, que él la utiliza para casi todo. Por ejemplo, cuando le digo que la urea no ha verdeado bien el césped, y quiero que me dé alguna razón lógica que lo explique para corregir la próxima vez, me dice: Álvaro, la urea es lo que tiene. Y ahí queda eso. Susana o yo debemos interpretar. Hemos llegado a la conclusión de que “es lo que tiene” significa, “es obvio por la propia naturaleza de las cosas, de las personas o de las acciones que se llevan a cabo”.

Desde que me dijo lo del riego, lo hago a diario. Cuando llego del trabajo, aparco la moto, me quito el casco, cojo la cazadora matutina y guardo el casco donde estaba la cazadora, me dirijo a la manguera que hay junto al ciprés y, abriendo el grifo, le hago un riego abundante según yo entiendo hay que hacerlo. Espero no poner tanta agua que el ciprés se pudra, porque me veo al jardinero diciéndome: “Es lo que tiene”

El jardinero no trabaja en nuestra casa, sólo es conocido nuestro y algunas veces, cuando le planteo dudas de jardín, viene a casa y me aconseja o, más bien, tengo que deducir su consejo

A un par de metros del ciprés, tengo una maceta con hierbabuena que también riego todos los días. Lo hago en honor a mi madre. Todos los días cuando lo hago me acuerdo de ella. Es por remordimiento de un pensamiento de desdén que mentalmente le dediqué cuando ella, en cierta ocasión y comentándome sobre cuál era el mejor lugar para una maceta con hierbabuena que yo tenía años ha, me mencionó un recuerdo suyo sobre Villa Mercedes – la casa donde vivió sus mejores años- y lo bien que se daba la hierbabuena en determinado lugar de la casa. Fui soberbio y me pareció un mero anclaje en el pasado, por lo que mentalmente desprecié su observación. Pero mi madre, como siempre, tenía razón y mal le fue a aquella maceta hasta que adapté su cuidado a lo que mi madre me dijo. Pero desde entonces me remuerde la consciencia, no por la maceta, obviamente, sino porque, aunque ella ni se enteró y fuera de pensamiento, le hice un desdén . Todos los días me acuerdo cuando riego la maceta de hierbabuena y algo en mi interior de remueve, pero no dejo de regarla ningún día.

Susana que en ese momento del día está en la cocina preparando la mesa para el almuerzo, me ve y me sonríe a través del cristal. Es el momento de terminar el riego y volver a la realidad.

Mi hermano Antonio me regaló el  ciprés como ya he dicho. Previamente me quiso regalar una veleta que mis padres tenían en su casa de Valdelagrana pero le dije que no. Y el no fue con todo mi pesar, porque sé que él lo hacía con toda su buena intención y para que la pusiéramos en nuestra casa nueva. Pero no me gustan los anclajes al pasado, y esa veleta tiene más anclaje sentimental al pasado del que se puede imaginar. A mi entender el pasado está ahí, hay que rememorarlo, pero no anclarse al mismo. Puede ser peligroso.

EL regalo de Antonio fue un magnífico regalo, que espero lo disfrutemos todos y cada uno de lo días viéndolo crecer - ya ha incrementado su altura en algo más de un metro y cuarto- y fue un ejemplo excelente de la habilidad que tiene para analizar a cada uno de los destinatarios de sus regalos, qué le gusta, qué no, cuáles son sus circunstancias, etc., que hacen que el regalo fuera un acierto pleno.
 
No todos podemos tener las mismas habilidades. Es lo que tiene.

1 comentario:

  1. "EVIDENTEMENTE"

    Querido "KK", retomando nuestra historia a los años sesenta casi setenta del siglo pasado, somos viejos, verdad?. Te hago este comentario que no todos sabran el significado pero, me sirve con que tu lo entiendas para contestar a tu precioso relato.

    Ayer no pude comentarlo por varios motivos y que voy a exponerte para que lo entiendas. Decirte que todos me emocionaron hasta extremos que jamás pensé y fueron que, estando sentado en el asiento de mi coche esperando a Lola y a Cris para llevar a la Niña a Sevilla pensaba en como pasan los años y nos hacen mayores una vez que te sientes que vuelves a estar como cuando nos casamos, solos pero nostálgicos echando de menos los hijos que tanta lata dan cada día. El segundo, ya en marcha fue una llamada de Beatriz para decirnos que había aprobado otra asignatura y que podía solicitar la beca porque tenía media suficiente, espero que se la concedan y ya por último, una llamada tuya a Lola diciéndole que leyera tu bloc y la verdad, esa llamada no me emocionó sino que me impacientó y me intrigó hasta que llegamos a un restaurante a comer donde pude abrir en mi móvil lo que querías y eso si que me emocionó aunque me contuviese. Como puedes ver, me llenaron lo suficiente como para no caber en mi ropa y salió un día perfecto. Todo esto lo digo no se por que, quizás porque quiero compartir contigo mis alegrías pero, si consideras que es inoportuno, quítalo.

    Una vez dicho todo esto, quiero que sepas jamás he tenido la oportunidad de decirte, estoy súper orgulloso de tenerte como hermano y también informarte de que cada día tengo recuerdos de ti, de cada uno de mis hermanos y en general de todos los miembros de la familia que hemos sido durante tantos años una piña envidia de muchas otras que andan cada uno por su lado.

    "Efectivamente", has leído lo que cada vez que tengo la oportunidad de regalar algo pretendo conseguir, estar presente sin estarlo. se que no todos somos iguales o tenemos las mimas habilidades pero, te diré con toda certeza que, esta habilidad me la dieron Papá y Mamá con aquellos Reyes Magos de Villa Mercedes que tanto nos hicieron disfrutar y que llegadas las vacas flacas quise mantener por aquello de las tradiciones y que tan poquito cuesta ilusionar a cualquiera con un simple detalle que genere la intriga y la ilusión y que entre todos creo que fuimos estropeando cuándo empezamos a pedir y pedir sin tener en cuenta la finalidad.

    Por último "Rubio", quizás no he sido aquel hijo ejemplar que todo padre espera ni el hermano al que poner como ejemplo pero, soy como soy y eso no lo puedo evitar ni lo pretendo cambiar así que, a pesar de todos mis defectos considero que tengo una virtud y es que sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites, eso si, no espero nada a cambio pero....., cuidado, necesito que me mantengas vivo en tu jardín porque no quiero dejar de estar presente en tu vida aunque ya me haya ido.

    Espero no molestarte con amplio comentario, solo quiero agradecerte el detalle que has tenido hacia mi y lo hago con todo mi cariño.

    Antonio

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